viernes, 18 de julio de 2008

Escena 8: Toma 3

[La cámara da una vuelta a la habitación, dejando ver a un chico con barba de tres días tumbado sobre un incomodo sofá. Tras el cabezal del sofá un hombre robusto de mediana edad sostiene una carpeta con una hoja de papel sobre ella]

Friki X: No recuerdo exactamente como ocurrió… Aquel día perdí toda mi inocencia, me convertí en un monstruo…

Doctor: Tomas drogas?

X: Antes tal vez si, o tal vez no… Los recuerdos son confusos y de poca nitidez.

D: [Anota algo ilegible en la hoja de papel, mientras se entretiene ha dibujar una chica semidesnuda en el centro del aun blanco papel] Cuénteme pues como ocurrió.

[Se funde la imagen con tonos grises y encontramos a un chiquillo de corta edad mirando las estanterías de una tienda repleta de cómics, replicas de espadas de alguna película épica y muñecos de superhéroes]

Chico: Mira papa! Me compras eso?

Padre: No.

Ch: Y esto?

P: No.

[El carácter severo y chapado a la antigua del progenitor de la criatura hacían mella en el chiquillo de corta edad, su cara se entristecía poco a poco dejando ver una mueca de dolor]

Ch: Nunca me compras nada!

P: Nunca apruebas matemáticas…

X: [Voz en OFF, fundiéndose con la escena] Entonces ocurrió, todo empezó en aquel preciso instante… Nunca me perdonare haber sucumbido a algo tan bajo como eso…

[El chiquillo alza un sobre, de contenido aun sin revelar, que prometía en su interior 15 cartas]

Ch: Y cromos papa? Puedo comprarme cromos?

[El tendero del establecimiento entra en escena, luciendo una cuidada perilla y camiseta de algún grupo de música de los 80]

Tendero: No son exactamente cromos, aunque puedes coleccionarlos. Es un juego de cartas.

P: Una baraja española?

T: Me temo que no, es una…

P: [El padre le corta, con tono indignado] No pienso dejar que mi hijo juegue a esa cosa del póker, los corazones harían que mi hijo se volviera marica o algo peor!

Ch: Pero para, si ya soy marica!

P: Quien te ha dicho eso?! Ninguno de mis hijos será un engendro de la naturaleza!

Ch: El vecino Juan, el me enseño a jugar a “sal del armario desnudo” ^^

T: [Cansado de presenciar la escena interviene, intentando dar paz y cordura a los mal avenidos padre e hijo] Pues como decía… Ejem… Esto es un juego de estrategia…

Ch: Como el juego de la Oca?

T: Mas bien como el ajedrez. Se ambienta en una época medieval, y se trata de derrotar a tu oponente con los hechizos mas poderosos que tengas y…

P: Eso uno de esos juegos de rol?

T: No… El Magic no es rol, es simple estrategia.

P: Pero hay bichos raros y dados y esas cosas, no?

T: Si, eso si… Pero nunca interpretas un personaje, por lo tanto no podría ser considerado…

P: [Cortando en seco al amable tendero] No quiero que mi hijo se dedique a matar gente en una parada de autobús!

T: Eso no son más que estereotipos que los medios han querido imponer sobre la gente que juega a estas cosas… Es como la imagen que tienen en el extranjero sobre los españoles: Todos los españoles seriamos gitanos y comeríamos paella incluso en el desayuno.

P: [Visiblemente enfadado] Me estas llamado gitano?!

T: Ni mucho menos… Solo quería demostrarle que…

[La escena vuelva a fundirse en tonos grises, volvemos a la habitación anterior]

D: Entonces, así comenzó todo…

X: Sí… Estoy muy arrepentido de haber descubierto este juego…

D: [La cámara enfoca al papel que posee el doctor, mostrando unas cuentas notas y el dibujo de la chica semidesnuda terminado] Esta bien, siga…

X: Esta bien, lo intentaré.

[Volvemos a la tienda de cómics, esta vez con fundido en rojo y negro]

P: [Salta el mostrador agarrando al tendero por el cuello de la camisa. El chico, ajeno a la escena, con cara de indiferencia se dedica a abrir sobres de cartas] Pienso partirte las piernas como vuelvas a llamarme gitano!

T: [Asustado, intentando controlar la situación] Sálvame Superman!

P: De que demonios hablas?

[En ese preciso instante, una espada que antes adornaba una de las paredes del establecimiento es clavada en la garganta del padre ahogando sus últimas palabras en gemidos guturales. El cuerpo sin vida del padre cae al suelo, y deja ver la figura de su propio hijo aun aguantando la espada y una carta en la otra mano].

T: Pero que demonios…?!

Ch: Vale, según esta carta destruyo una criatura… Y ahora que? He ganado?



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Dedicado a todas aquellas personas que creían que íbamos a volvernos maniacos homicidas por jugar a un simple juego de cartas.

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